Náutica

David Santacreu, talento emergente de la cantera nauta




El regatista del RCNT se ha convertido en uno de los grandes valores de la cantera del club, con grandes éxitos en el apartado nacional e internacional y un futuro prometedor.

TENERIFE | La cantera es una fuente inagotable de talento. Y en el Real Club Náutico de Tenerife (RCNT) siempre se tiene presente. La entidad santacrucera otorga un valor especial a la formación de los más pequeños a través del deporte. Hoy, estamos de enhorabuena. En los últimos tiempos, ha venido recogiendo numerosos frutos en sus diferentes disciplinas, gracias a los méritos alcanzados por todos sus componentes dentro de las distintas secciones del club. Sin embargo, en esta ocasión destacamos la figura de David Santacreu. El joven regatista nauta ha vivido un 2018 de ensueño: subcampeonato de Europa en Holanda y líder del ranking canario de Optimist, además de recibir la concesión de la Licencia de Honor por parte de la Real Federación Española de Vela. Un diamante en bruto.

"Cada vez que estoy en el agua, me siento feliz. Se me olvidan todos los problemas". Así describe David una sensación que siente cada vez que toca meterse en faena junto a su otra mitad: su embarcación. Participante de la clase Optimist, orientada a los más jóvenes por sus características idóneas en cuanto a estabilidad, peso y competitividad, se ha convertido en uno de los grandes referentes a nivel nacional e internacional. Pero mantiene los pies en el suelo. "Me gusta cuando participo en una regata y veo el ambiente que se genera. A la mayoría les pone nerviosos, pero yo disfruto tanto que se me olvida esa tensión mientras navego".

Su compañero de viaje es Guillermo García. El regatista del RCNT se ha convertido en el fiel acompañante de David en cada regata. Trabajo en equipo que se complementa con una bonita amistad. "Es un gran compañero. Me ayuda cuando tengo dudas. No solo piensa en él, sino que también colabora en el beneficio del club", destaca.

Una pasión que viene desde pequeño. Carlos Santacreu, padre de David, fue uno de los grandes referentes de la vela canaria. Olímpico en Barcelona 92 dentro de la clase Tornado, además de campeón del Mundo y de España, ve como ahora su hijo sigue sus pasos. Sin embargo, el inicio del camino de David en este deporte fue gracias a su madre, Eloisa, como destaca el propio Carlos. "Pese a mi pasado como regatista, fue ella quien decidió apuntarlo, junto a su hermana Eloísa Santacreu".

"Con seis años hizo su primer curso", relata su madre. "Lo apunté a él junto a su hermana. Empezaron juntos en el RCNT. Él venía contento desde el principio porque le gustó, aunque le costó un poquito durante las primeras veces, pero fue llevadero. A la hermana le costó más, venía llorando. Pero se terminaron enganchando y no lo han dejado hasta el día de hoy".

Pero hubo momentos complicados. Sin ir más lejos, hace tres años. Las dudas siempre aparecen entre los deportistas de presente y futuro. Momentos de interrogantes, de ganas de cambio en hábitos y rutinas. La cabeza desconfía en que tanto sacrificio merezca la pena. Como él mismo confiesa: "Prefería jugar a fútbol porque también me gusta. Me apetecía cambiar de deporte. Llevaba mucho tiempo practicando vela. Pero finalmente, aguanté y remonté. Tuve cabeza y sé que este deporte es lo que más me gusta".

La evolución de David Santacreu no ha parado desde entonces. Su entrenador desde los ocho años, Javier del Rosario, destaca qué recetas le han llevado lejos a tan corta edad. "Su calidez humana: es una buena persona y un gran compañero. Vive los colores de este club y lo representa con orgullo en cada regata. Además, es muy valorado entre diferentes regatistas y clubes. Tiene ganas de seguir evolucionando". Ese sentimiento de pertenencia viene acompañado con una importante dosis de sacrificio y talento. "Muchos resultados han llegado por su forma de ser. Ha sufrido malos momentos también, pero de esos palos recoge ahora frutos. Perder el Campeonato de España le hizo cobrar mayor fortaleza. Ha ganado en constancia y, cuando sufre un mal resultado, no se viene abajo, sino que mira hacia adelante".

Un talento que es reconocido desde el club. Don Enrique Martínez, presidente de la sociedad, valora que "es uno de los jóvenes baluartes que tenemos. Estamos orgullosos de que forme parte de nuestro club, tal como hizo su padre en su momento. Es un chico humilde, trabajador y deportista. Le apoyaremos para que llegue lo más lejos posible. Esta es como su segunda casa. Está trabajando para seguir aumentando su palmarés".

Un reconocimiento que también ha destacado Félix Galera, comodoro del RCNT. "Sus éxitos son indiscutibles. Ha sido el primer subcampeón de Europa en Optimist en toda la historia de nuestro club. Sus logros son un espaldarazo para todos aquellos jóvenes que vienen detrás. Creo que todo lo que ha conseguido se pondrá en valor dentro de un tiempo. Ahora mismo, lo celebramos y disfrutamos, pero quedará en la historia de este club".

Los próximos objetivos ya están marcados: clasificarse para el Mundial, despedirse de manera positiva en su clase y probar fortuna en la 420. Para su entrenador, no cree que sea un hándicap. "Al nivel que navega y por las horas que dedica, el cambio de barco no será una complicación para él en el futuro. La clave es seguir con una buena dinámica. Ojalá sigan llevando el nombre del club a lo más alto". Nuevos retos que afrontará junto a su amigo Guillermo García, con el absoluto respaldo de la entidad y de sus padres. "Guille seguirá siendo su compañero de viaje. Estamos muy orgullosos y ahí estaremos para apoyarle en lo que sea necesario. Están sumamente ilusionados y motivados con esta nueva etapa, pensando incluso en unas Olimpiadas en el futuro, pero nunca se sabe", destaca Eloisa.