TENERIFE | El Náutico de Tenerife afronta un encuentro con tinte canario, este sábado, en el Pabellón RCNT (13:00 horas). La Marea encara una nueva prueba en casa ante el Club Baloncesto Aridane con un único objetivo: seguir sumando en positivo.
Solo restan seis jornadas para la conclusión del tramo regular en el grupo B de Liga EBA. Un sprint donde cada fin de semana se plantea como una pequeña final para el conjunto de la Avenida Anaga, en su lucha por sacar un pasaporte para la disputa de los playoffs de ascenso. Los jugadores dirigidos por Santi Lucena mantienen unos números envidiables en su cancha: 11 de 12. Sin embargo, la igualdad de la categoría penaliza cualquier mínimo exceso de confianza. Los santacruceros deben seguir peleando, más si cabe en un duelo regional donde las diferencias se reducen. Precisamente, el Náutico solo ha cedido en casa ante un rival de las islas: el Aloe Plus Lanzarote Conejeros (86-93).
Si bien los tinerfeños pujan por objetivos ambiciosos, el CB Aridane encara una finalidad opuesta: evadir el descenso. El conjunto de Los Llanos de Aridane se sitúa en la trasantepenúltima plaza, con ocho victorias y dieciséis tropiezos. Los palmeros llegan con urgencias, después de ceder en las dos últimas citas: fuera contra CB Pozuelo (81-75) y en casa frente a Estudio (95-98), con prórroga incluida. Gran parte de las opciones ofensivas de los suyos pasan por la inspiración del estadounidense Corey Raley, el malí Nouhoum Bocoum y el exjugador del Náutico de Tenerife: Eudaldo Imobach González. La principal baza de la Marea Naranja reside en su alto porcentaje de acierto, con el cuarto mejor registro anotador del grupo (82'3 puntos de media), pero con mayores problemas en defensa: 87'3 de media por encuentro.
En el partido de ida, los nautas necesitaron de una prórroga para apuntarse el choque (103-106). Un duelo donde el acierto ofensivo se impuso a la intensidad defensiva, con empate a 94 puntos al final del último cuarto. En aquella cita, el CB Aridane lideró su ataque mediante la pareja Nohoum Bocoum-Willam McDonald, con 27 puntos para cada uno. En el Náutico, sobresalió la figura de Sami Eleraky (21 puntos).
El base del Náutico, Alberto Cabrera, entiende que en los derbis "nunca hay un favorito porque son partidos de mucha intensidad. Siempre dejan de que hablar y ofrecen espectáculo. Tenemos marcadas este tipo de citas en el calendario por su importancia y por lo que significan. Saldremos a por todas".
El baloncestista tinerfeño es consciente de que ellos también llegan a esta cita con mucho en juego. "Lucha por un objetivo diferente, pero no les hace menos peligroso. Son un bloque bastante agresivo, duro, con varios jugadores con buen nivel de anotación. Va a ser un duelo marcado por la intensidad y la garra", sentenció.